sábado, 7 de mayo de 2016

Venezuela, presente y futuro




Seguir pensando que este gobierno es eterno aún en las condiciones en las que estamos, es un acto de extrema estupidez.

José Ignacio Moreno.- Resignarse a que “vamos a vivir siempre igual”, bajo la excusa de que las condiciones actuales son adversas, es renunciar definitivamente a lo que realmente quieres para ti y para tu familia. “Arroparse hasta donde alcanza la cobija” es un concepto pobre que limita tus aspiraciones y te impide asumir verdaderos retos que cambian tu vida.

La historia de la humanidad está cargada de episodios adversos que han impulsado la transformación y el desarrollo de las sociedades y aunque la esencia del ser humano sea siempre la misma, con el paso de los años constantemente se generan cambios evolutivos muy significativos, que son producto de las diferentes experiencias sociales que se viven en colectivo.

Emperadores dementes, tiranos y liderazgos negativos, han llenado las páginas en los libros de nuestra historia universal, pero la mayoría de las veces el resultado es parecido… “Después de la tormenta, viene la calma”  no hay que olvidar los episodios terribles que durante el siglo XX vivieron aquellas naciones cuyos ciudadanos hoy gozan de una abundante calidad de vida. Ejemplos hay muchos: Alemania, Chile, Panamá, Perú, Japón y un larguísimo etcétera.

Nuestro país, Venezuela, jamás había atravesado una situación tan calamitosa como la que hoy vivimos. En más de 200 años de historia, tal vez un par de fuertes terremotos, algunas inundaciones que generaron pánico y amargos recuerdos, y uno que otro régimen militarista que sometió al pueblo a ciertas incomodidades de tipo político y social. ¡Pero esto que hoy vivimos  Jamás! Supermercados vacíos, empresas en quiebra, cerrando sus puertas, millones de venezolanos abandonando el país, inseguridad extrema, imposibilidad para vestir, para calzar, para estrenar… esto jamás se vivió antes.

Pero tal vez era necesario todo este escenario, para que entendiéramos la importancia de valorar lo nuestro, lo que tenemos, lo que Dios bondadosamente nos dio; saber que si no lo cuidamos, lo podemos perder para siempre.

Esto que hoy nos pasa, ha hecho retoñar el verdadero nuevo venezolano, aquel que es capaz de sobreponerse a las adversidades, aquel que es resiliente y activa todos los mecanismos que su inteligencia y capacidad física le provee para llevar adelante su plan, para llevar adelante el cumplimiento de sus metas.

Siempre lo digo y hoy lo repito… estamos en medio de un fuerte entrenamiento, hoy estamos corriendo con plomo en nuestros pies, dentro de una piscina llena de agua, con mucha dificultad, pero ya estamos casi listos, la etapa del entrenamiento está llegando a su final, pero ese entrenamiento pasa también por defender nuestros derechos, fortaleciendo argumentos y afianzando nuestra capacidad de ser mejor cada día.

Nuestro país, Venezuela, es el mejor del continente, tiene todo lo que otros desearían tener, sólo nos hacía falta aprender a reconocer los motivos para valorarlo, para reconocer lo que valemos… y eso ya lo tenemos.

Ya está escrito, seremos el mejor país del mundo y eso será muy pronto… ¡De eso estoy seguro!!


Mayo,07-2016 

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