Esta
mañana me levanté pensando ¿Qué puedo comentar en el editorial de hoy lunes 18
de agosto, inicio de semana? y me paseé por varios puntos de la actualidad
venezolana que llaman poderosamente la atención:
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Pensé
en el tema de la situación hospitalaria en Venezolana que está completamente
caótica, pero pesé también en los niños de Palestina y en lo bondadoso que es
el gobierno venezolano al brindarle asilo y refugio a esos seres inocentes que
han perdido todo… incluso a sus padres,
a consecuencia de una infame y completamente repudiable guerra entre el
Estado de Israel y el grupo terrorista Hamás en la franja de Gaza.
Pero
también me detuve a pensar en los niños de Venezuela, sobre todo en los pobres
niños indígenas que por razones aún desconocidas, están viviendo debajo de los
puentes y pidiendo limosnas, desde hace mucho tiempo, en los semáforos de
ciudades como Valencia, Maracay… Cagua… en La Encrucijada… el semáforo de
remavenca (Aveces).
Pero
otra cosa que me llamó poderosamente la atención es que este fin de semana leí
en la primera página del diario El Universal un titular que decía: “El gobierno
le declara la guerra a las colas”, inmediatamente pensé: Fueron los dueños del
Chigüire Bipolar los que compraron recientemente el Diario el Universal? No
vale… yo no creo… aunque parezca un titular de alguna página de humor negro!!
Pero
al leer la nota me entero, gracias al Superintendente de Precios Justos, Andrés
Eloy Méndez, que lo que hace que las personas tengan que pasar hasta 3 y 4
horas en el cola para poder adquirir los productos en los supermercados, son
las cajas cerradas. Es decir, que los venezolanos van a los supermercados a
cualquier hora y cualquier día; entran, compran todos los productos, escogen la
marca de su preferencia, eligen entre la inmensa gama de harina, leche, azúcar,
productos para la higiene personal, medicinas de todo tipo y cuando salen con
su carrito de mercado full y se disponen a hacer su pago… se topan con la caja
cerrada y eso es lo que hace que la gente tenga que hacer colas…
“Se
puede engañar a algunos todo el tiempo y a todos algún tiempo, pero no se puede
engañar a todos todo el tiempo”. Abraham Lincoln
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