miércoles, 28 de marzo de 2012

No importa de donde venga... ¡¡¡Rechazamos la violencia!!!

La violencia comienza desde pequeños
por lo que vemos, lo que copiamos
Por: José Ignacio Moreno.-
“La violencia está desbordada”: Esta frase pareciera estar trillada y pasada de moda… pero no!! La verdad está más vigente que nunca, y es lamentable que no sólo esté vigente sino que mantenga una tendencia a aumentar vertiginosamente.

Ya son muchos los casos en los que muere gente inocente a manos del hampa común o el sicariato sin que a nadie parezca dolerle ni un ápice lo que está sucediendo en mi país, y cuando digo NADIE,  me refiero a esos entes gubernamentales que están mandados a hacer para arrimarle el saco a otros, o simplemente para sacudirse la responsabilidad arropados bajo el manto de la política y las contiendas electoreras.

Y no se trata de buscar y conseguir a quien segó la vida de aquel personaje famoso que consiguieron muerto luego de ser secuestrado, ni de aquel cantante a quien para robarle lo hirieron y mandaron a terapia intensiva, ni mucho menos a un ex gobernador que mientras comía, unos individuos le descargaron un arma a plena luz del día y frente a otros comensales. NO, no se trata de capturar a los culpables de crímenes “famosos”… sobre todo porque así como a ellos, a muchos otros “anónimos” les pasa lo mismo, pero a diferencia de los anteriores, su caso queda allí… entre las páginas del aire porque simplemente no importan… porque nadie los conoce!

La indolencia es la madre el fracaso
No se trata de que un ministro pinte de política un hecho lamentable que se escapó de sus manos y lo tome tan deportivamemente como si fuera un juego de "pelotica de goma". Se trata, señores del desarrollo y la aplicación de políticas de prevención, estrategias que vayan desde lo más profundo del ser humano, hasta lo más básico; una campaña que permita que nuestras conciencias cambien, que nuestra cultura evolucione y que nuestra tolerancia sea cada vez más fuerte.

Ya basta de odios, de resentimientos, basta también de culpar a quienes nos gobiernan, si gracias a nosotros mismos es que ellos están ahí; se trata de cambiar nuestro estilo de vida, nuestra indolencia por lo que no nos importa, se trata de dejar de vivir sobre la base de lo que nos conviene momentáneamente sin tomar en cuenta que luego del pan para hoy queda el hambre para mañana. 

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