Seguir pensando que este gobierno es eterno aún en las condiciones en las que estamos, es un acto de extrema estupidez.
José Ignacio Moreno.- Resignarse
a que “vamos a vivir siempre igual”, bajo la excusa de que las condiciones
actuales son adversas, es renunciar definitivamente a lo que realmente quieres
para ti y para tu familia. “Arroparse hasta donde alcanza la cobija” es un
concepto pobre que limita tus aspiraciones y te impide asumir verdaderos retos
que cambian tu vida.
La
historia de la humanidad está cargada de episodios adversos que han impulsado
la transformación y el desarrollo de las sociedades y aunque la esencia del ser
humano sea siempre la misma, con el paso de los años constantemente se generan cambios
evolutivos muy significativos, que son producto de las diferentes experiencias
sociales que se viven en colectivo.
Emperadores
dementes, tiranos y liderazgos negativos, han llenado las páginas en los libros
de nuestra historia universal, pero la mayoría de las veces el resultado es
parecido… “Después de la tormenta, viene la calma” no hay que olvidar los episodios terribles que
durante el siglo XX vivieron aquellas naciones cuyos ciudadanos hoy gozan de
una abundante calidad de vida. Ejemplos hay muchos: Alemania, Chile, Panamá,
Perú, Japón y un larguísimo etcétera.
Nuestro
país, Venezuela, jamás había atravesado una situación tan calamitosa como la
que hoy vivimos. En más de 200 años de historia, tal vez un par de fuertes
terremotos, algunas inundaciones que generaron pánico y amargos recuerdos, y uno
que otro régimen militarista que sometió al pueblo a ciertas incomodidades
de tipo político y social. ¡Pero esto que hoy vivimos Jamás! Supermercados vacíos, empresas en quiebra,
cerrando sus puertas, millones de venezolanos abandonando el país, inseguridad
extrema, imposibilidad para vestir, para calzar, para estrenar… esto jamás se
vivió antes.
Pero
tal vez era necesario todo este escenario, para que entendiéramos la
importancia de valorar lo nuestro, lo que tenemos, lo que Dios bondadosamente
nos dio; saber que si no lo cuidamos, lo podemos perder para siempre.
Esto
que hoy nos pasa, ha hecho retoñar el verdadero nuevo venezolano, aquel que es
capaz de sobreponerse a las adversidades, aquel que es resiliente y activa
todos los mecanismos que su inteligencia y capacidad física le provee para
llevar adelante su plan, para llevar adelante el cumplimiento de sus metas.
Siempre
lo digo y hoy lo repito… estamos en medio de un fuerte entrenamiento, hoy
estamos corriendo con plomo en nuestros pies, dentro de una piscina llena de
agua, con mucha dificultad, pero ya estamos casi listos, la etapa del
entrenamiento está llegando a su final, pero ese entrenamiento pasa también por
defender nuestros derechos, fortaleciendo argumentos y afianzando nuestra capacidad
de ser mejor cada día.
Nuestro
país, Venezuela, es el mejor del continente, tiene todo lo que otros desearían
tener, sólo nos hacía falta aprender a reconocer los motivos para valorarlo,
para reconocer lo que valemos… y eso ya lo tenemos.
Ya
está escrito, seremos el mejor país del mundo y eso será muy pronto… ¡De eso
estoy seguro!!
Mayo,07-2016
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