miércoles, 23 de abril de 2014

Se Fue la luz.. otra vez

José Ignacio Moreno.- Te fuiste otra vez, si supieras todo el daño que me haces cada vez que escapas sin avisar, dejando tras de ti la penumbra ensordecedora de tu ausencia.

De pronto me dejas ciego de nuevo, sin siquiera poder mirar el destello de algún cocuyo titilante, cuya energía se esfuma por el mismo capricho de tu partida.

No hay hoguera ni antorcha triste que ilumine el ambiente, sólo la bailarina flama de una vela que se derrite, igual que muere la esperanza de un futuro que se cuela por las rendijas de una cloaca putrefacta y más oscura aún.

¿Quién soporta la oscura y pesarosa  tiniebla de la noche, si ni el viento mueve una rama de un árbol? ¿Cómo se acostumbra un alma sin reproches, a aceptar la burla y el descaro?

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